










Ologá es más que un lugar: es un latido ancestral bajo la tormenta eterna. Fotografiar el Relámpago del Catatumbo desde este rincón remoto de Venezuela es retratar un fenómeno único en el planeta. Pero más allá del rayo, están sus gentes, su silencio, su resistencia. Esta galería recoge no solo luz: recoge historia, identidad y memoria viva.